¡Gloria al
CREADOR en las alturas, paz y amor en la madre tierra a los hombres de buena
voluntad!
El llanto es una manifestación natural, en muchas
ocasiones tan conmovedora, que logra tocar las fibras más intimas de cualquier
persona. Por excelencia, es la manera de
expresión más desbordante en muchos momentos de la vida del ser humano, para
manifestar sentimientos en apariencia tan opuestos, como una gran tristeza o
depresión, así como una profunda alegría.
Considerando lo anterior, e intentando explicar con
palabras simples, así sea dejando una vaga idea, de un proceso espiritual muy
complejo ,y la cúspide, donde la demostración de este sentimiento aflora con
mayor ímpetu a flor de piel en la vida de todo ser humano, es precisamente el
momento, donde la madre carnal, acaba de dar a luz al inocente cuerpo de su
hijo, porque es el preciso instante,
donde la inocente criatura, en fracción de segundos, recibe un leve destello
como imágenes, donde ve correr como una
película, donde claramente puede ver la gran maleta que ha dejado, o todo el
equipaje espiritual que aún arrastra de una existencia a otra, y que tienen que
abrir y contemplar todo su interior. Al descubrir todo el dolor, la tristeza y
la crueldad que aún tienen que descontar poco a poco, no les queda más remedio
que llorar, muchos lloran sin consuelo, por tener que entender, todas las penas
que tendrá que enfrentar, pero con amor y con mucha fortaleza; pero no todos
lloran, porque muchos quedaran sobrecogidos,
confundidos y horrorizados, por el peso tan descomunal de su equipaje;
igual es cuando el niño solo sonríe, que ve solo luz, amor y vida, cuando
entiende que ha llegado donde sus padres, que lo esperan con amor, con
sabiduría y con esa linda sonrisa, cuando lo estrechan entre sus brazos.
Mediante este proceso espiritual, de manera
inconsciente para la criatura, se logra avivar o sacar a flote, esos antiguos
recuerdos, que son todo el historial de sus vidas pasadas, que siempre han estado
presentes en su espíritu, que lleva guardado en lo más profundo de su esencia,
porque su espíritu, siempre ha sido el mismo, desde el momento en que el
Creador lo formo; pero por su libertad y su mal vivir que se dio, prefirió
rodar y rodar, en diversos cuerpos, viviendo como un hijo pródigo, alejado de
su verdadero hogar infinito; entonces con este proceso, quedan fusionados de
manera más latente, sus antiguos recuerdos y los nuevos recuerdos, que hasta
este momento solo eran las sensaciones percibidas a través del vientre materno;
de ahí, que sea mucho más fácil tener acceso a esa información que estaba
refundida, porque ha sido refrescada en su nuevo cuerpo, en su nuevo cerebro;
de ahora en adelante, la verdadera clave para que esa información, en vez de
desvanecerse, comience a florecer lentamente, a medida que el pequeño niño
empieza a crecer, está en la acertada crianza, en la ejemplar orientación
espiritual que le brinden sus padres, enseñándole a buscar en el interior de su
propio templo que es donde mora su esencia; donde mora su propio YO, que es
la luz del Creador en cada uno; pero no
buscando entre las cuatro paredes que el ingrato mundo enseña, porque nada
sabe, y nada quiere entender.
Solo por desconocimiento espiritual, muy pocos o
ninguno, conocen la importancia del primer llanto natural y espontaneo de un
bebé al momento de nacer; conocer el significado espiritual de este pequeño
detalle, en apariencia insignificante, puede hacer la gran diferencia, para que
en algún momento el hermano mundo, pueda dar un giro a su favor; para que
entienda una de las principales razones, por las cuales el mundo cada día está
más al revés, porque desperdicia el momento espiritual, en el cual se le
enseña, el por qué está de nuevo reencarnando en un cuerpo inocente, teniendo
que vivir una vida espiritual completamente vacía, sin saber quién es, de dónde
viene, para dónde va, y por qué está encarnado; caminando porque ve caminar,
hablando porque ve hablar, sacudiéndose porque sabe que se debe sacudir, multiplicándose
en la madre tierra, sin conocer la razón de ello; entonces en vez de venir y
limpiar para pagar algo de sus culpas, termina enterrándose aún mucho más,
percudiendo más su espíritu. Es hora de dejar de creer de una buena vez, que
toda forma de vida basada solo en sufrimiento, en enfermedad, en tristeza,
donde muchos muy tranquilamente expresan su forma inmoral de vida que llevan,
como si fuese algo natural y bien visto
ante los ojos del Creador, se debe entender, que si piensan y obran de esta
manera, es solo por ignorancia espiritual; porque nunca han buscado dentro su
propio ser, porque además, tampoco existen en la madre tierra, enseñanzas
nítidas, que le permitan a sus padres guiar a sus hijos sabiamente en el camino
espiritual, por eso unos y otros, solo rodarán y rodarán de una vida a la otra,
cargando cada vez más inconsciencia, irrespeto y desamor.
El llanto natural de un bebé al momento de nacer, algo
tan sencillo y sublime, pero que tiene una connotación espiritual tan profunda,
con esta simple enseñanza, se pretende contradecir totalmente, lo que dicen
muchos autores de la enseñanza tradicional de la reencarnación, cuando afirman,
que acá nos envían de regreso a reencarnar en un cuerpo inocente, pero con las
manos vacías, con todo nuestro nuevo ser en blanco, sin recordar nada,
olvidando así, de manera momentánea nuestro propio origen, para entrar en la
ilusión del mundo material; todo esto, con el fin de practicar la fe, la cual
no se podría aprender, sí todo estuviera esclarecido. Por el contrario, con
esta nueva enseñanza, se puede observar claramente, que absolutamente nadie
llega a reencarnar con las manos vacías, sin saber el por qué está de regreso
en la Madre Tierra, ignorando quién es, de dónde viene, para dónde va, y por
qué muchos tienen que sufrir terriblemente toda su vida. Tener que vivir de esa
manera, completamente ciegos hacia la vida espiritual, eso sí es inhumano.
Recordemos, que Dios también es sinónimo de sensatez y coherencia, porque solo
EL, todo lo que hace, lo hace perfecto y sin traumas. Por eso nos envía a
encarnar en nuevos cuerpos, pero completamente equipados, sabiendo que rumbo
debemos coger, conociendo las mejores decisiones que debemos tomar en cada
instante, para intentar seguir lo más fieles posibles, a un camino que hemos
trazado.
El serio problema ahora, es, cómo acceder fácilmente,
y de manera natural, a toda esa información espiritual que nos ha sido refrescada,
que recibimos inconscientemente al momento de nacer, sin que cause dañe o traumas,
a medida que vaya floreciendo armoniosamente, y recibiendo las
respuestas que cada uno debe conocer de si, para cumplir de la mejor manera,
con el sentido de su presente existencia.
Entonces, ¿cómo
acceder nuevamente, de manera consciente a toda esa información? Antes de seguir con la explicación, se resaltara un
caso excepcional. Sí el espíritu del ser encarnado, es un espíritu muy puro y sabio, que solo por
verdadero amor a sus hermanos, decide regresar a la Madre Tierra, a enseñar, a
despertar la consciencia del hombre, a mostrar el verdadero camino de regreso
hacia el Creador, así como es el caso del Maestro de Maestros, llamado Jesús,
entonces, desde muy niño, por su propia voluntad, con la fortaleza del Creador,
de la Madre Naturaleza, con la asistencia de sus ángeles guías, logrará despertar
su consciencia de sabio, conociendo desde temprana infancia, quién es, de dónde
viene, para dónde va, y por qué está encarnado en la Madre Tierra. Como
siempre, todo lo que el CREADOR hace, lo hace de manera natural, sin misterios, sin traumas. En otros casos, también existen seres que poco
se han revolcado entre las enseñanzas oscuras del mundo, y en algún momento de
sus vidas, también pueden despertar, así sea una gota de sabiduría limpia y de
consciencia, para ayudarla a extender al mundo, pero sin fines egoístas,
oportunistas o mercantilistas.
Por otro lado, para un ser común y corriente, que no
sabe ni dónde está parado, la clave para poder acceder a esa información vital,
que está dormitando en su interior, consiste en tener unos buenos padres
carnales, que tengan la sabiduría, para que desde muy niño, le brinden una
crianza espiritual ejemplar, bien enfocada, estimulándolo a buscar en su propio
interior, no afuera, entre el mundo, y así lograr despertar sus dones, o
regalos del Creador; en fin, toda esa enseñanza centrada en el Creador, la
Madre Naturaleza y en las enseñanzas de Jesús, por ser la mano derecha del
Creador; pero no las enseñanzas amañadas que venden de Jesús, que enseñan a
través de sus libros de fantasía y
engaño.
Entonces lentamente a medida que el niño crece, comienzan
a florecer y fluir, los recuerdos de sus vidas pasadas, de una manera natural y
espontanea; pero además, sus guías lo llevan de la mano, en ese viaje interior,
mostrándole y haciéndole entender sus visiones. Cuando ya es un hombre hecho y
derecho, sabe quién es, de dónde ha llegado, para dónde va, qué está haciendo
aquí, en el seno de la Madre Naturaleza, ese es el verdadero significado de la
frase, “conocerse así mismo”
No tiene ningún sentido, creer lo que enseñan los
tradicionalistas sobre la reencarnación, que dicen, que aquí te mandan en
blanco, para que no te vayas a traumatizar, al conocer que tal vez, has sido un
tipo cruel o despiadado. Precisamente, porque nadie se da cuenta de nada, de su
anterior mal vivir, es que sigue viviendo como el ciego, que no aprendió a
caminar con el bastón, por eso es que el mundo está viviendo completamente al
revés; pero una vez más, queda demostrado que las enseñanzas del mundo, siempre
van en contravía con la realidad espiritual. Es obligación de los Padres enseñar al niño, a
administrar sabiamente sus facultades o dones, para que no se vayan a
desperdiciar y/o contaminar, con las enseñanzas del mundo, que nada quiere
entender; y de pronto, termine permitiendo la entrada a cualquier entidad
oscura y engañosa, algo muy común de ver en estos tiempos, donde muchas
entidades ignorantes de la verdadera luz, pero con una gran inteligencia,
logran hacer contacto mental con muchas personas sensitivas, que inocentemente
les siguen el juego del engaño.
El grave problema del mundo, por el cual nadie se da
cuenta de nada, de su propio ser interior, es precisamente porque aquí, en la
Madre Tierra, desde hace mucho tiempo, desde que la criatura nace, solo la
cubre todo un manto de oscuridad, que está posada sobre toda la humanidad,
haciendo más difícil para cualquiera, el poder sacar la cabeza, para recibir un
pequeño rayo de luz nítido, que esclarezca en alguna medida el oscurecido
pensamiento. La ciencia terrenal que no tiene consciencia en absoluto, sus
médicos son los primeros en castrar un derecho natural, que tiene todo recién
nacido, a ese primer llanto natural y espontaneo, ahora convertido en un llanto
que lo produce una palmada, pero como si no fuera ya suficiente, a medida que
la criatura crece, el panorama sigue peor, porque esa criatura, tristemente
tampoco tiene unos padres que tengan sus espíritus esclarecidos en la sabiduría
del Creador, y menos de la Madre Naturaleza, porque simplemente, arrastran la
misma ignorancia e inconsciencia espiritual de generación en generación, como
una simple tradición, que toca seguir guardando y transmitiendo a sus hijos,
sus nietos. Entonces la pobre criatura, con su cuerpecillo inocente, sin poder
decir nada, que no tiene ni voz ni voto, sobre su vida material, menos sobre su
vida espiritual, tiene que recibir casi que obligatoriamente, más ceguera,
dolor, tristeza e ignorancia espiritual, a través de los rituales que imparten
los dioses de la tierra, rituales, que son como la miel para las abejas, pero
realmente son la forma oscura de ligar el mundo, para mantenerlos anestesiados,
atendiéndolos solo a ellos, adormeciendo aún más los sentidos de luz, que son
los sentidos del espíritu, para terminar convertidos en instrumentos de dolor,
ciegos, sordos y mudos, y ayudar a extender inocentemente, más oscuridad,
engaño e ignorancia espiritual al mundo.
Todo lo anterior, sin tener en cuenta toda la mala
enseñanza, que un niño recibe en cada esquina por donde pasa. Por otro lado,
los mismos gobiernos que se dejan comprar por los dueños de los medios de
comunicación, que solo enseñan más violencia, vulgaridad, formas de robar y de
matar, consumismo desmedido, apología a la vida fácil, todo esto está al alcance
de todos; pero hipócritamente los gobiernos, luego dicen preocuparse por los
niveles de violencia de la niñez y la juventud, e intentan reparar todo el
daño, con campañas educativas de concientización, que para muy poco sirven;
porque la verdadera raíz del problema está intacto, está sin tocar, sin saber
cuál es; ignorando que el problema es espiritual, que viene desde hace siglos;
que la única forma de erradicarlo definitivamente, es atacarlo desde el mismo
momento de nacer, pero con verdadera sabiduría divina, no sabiduría oscura,
cruel y necia, como la del sabio
terrenal; pero parece que nadie se quiere dar cuenta de ello.
Todos hemos venido a dejar huella imborrable en el
seno de la Madre Naturaleza, no ha pasar sin pena ni gloria.
¡Que la Luz
Infinita del Padre Creador los acompañe, y el camino sea perfecto!
Con mucho
cariño: atentamente: Jeremy M.G.
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