Visiòn de la Madre Naturaleza

Visiòn de la Madre Naturaleza

jueves, febrero 28, 2013

LA REENCARNACIÓN, ANTES QUE UN MITO, UNA REALIDAD ESPIRITUAL.




¡Gloria al CREADOR en las alturas, paz y amor en la Madre tierra a los hombres de buena voluntad!


Anhelo compartir de buena voluntad, y solo con fines altruistas, una visión novedosa sobre el proceso de la reencarnación, que va en contravía con  muchas de las bases en las que se fundamenta, la tradicional enseñanza de la misma; y sin pretender convencer a nadie, simplemente intentando dejar  sembradas ciertas inquietudes, cuyos fundamentos de llegar a ser comprendidos a profundidad, por sí solos sustentan la lógica de esta realidad espiritual, que desde hace una eternidad se volvió inevitable, cuando el CREADOR echó mano de este mandato, pero no de manera caprichosa,  sino  que surgió como consecuencia directa del mal proceder de unos pocos, que eran como la fruta podrida, que terminó estropeando y contaminando a las demás, porque desde aquel entonces, el hombre ya se revolcaba complaciente en el fango de la desarmonía, pero aún así se sentía feliz y realizado.

El PADRE CREADOR en su infinita sabiduría, para evitar que sus hijos pródigos y descarriados, se perdieran y se desterraran eternamente de su presencia en medio del dolor y la desesperanza, decidió brindarles un salvavidas espiritual, para que tuviesen la oportunidad de enderezar el camino, y despercudir sus esencias de toda esa desarmonía, que alegre e inocentemente se dieron, para poder regresar limpios y esclarecidos nuevamente a sus brazos.

Para comprender el momento y las circunstancias, que materializaron el mandato de la reencarnación, es condición necesaria, conocer bajo qué parámetros fuimos creados, por este motivo, previamente a esta enseñanza, se debe conocer la versión inspirada del Génesis, que se caracteriza por su gran riqueza espiritual, así como debe ser todo lo que proviene de manos del CREADOR.  A  continuación aparece su enlace virtual:


De esta manera resulta más fácil comprender, el por qué, la reencarnación antes que un mito, una absurda teoría espiritual, o una exótica idea oriental, realmente es la más bella demostración del más puro amor incondicional de parte del PADRE CREADOR. Y llegado el momento justo, por su propia voluntad, termine siendo dueño y partícipe de una sabiduría limpia, cimentada en una riqueza espiritual profunda, que muy pocos son capaces de reconocer; comprendiendo con toda certeza, que en algún instante de un pasado antiquísimo, por el mal proceder del hombre, se llegó a un punto crítico, donde la necesidad de un salvavidas espiritual, o mejor llamado proceso de reencarnación,  fue un auxilio  más que justo,  ¡necesario!

Todas las enseñanzas que aquí se divulgan, siempre tomarán un camino muy diferente, al que a la humanidad le han mostrado, por eso aquellos que siempre han escuchado de una superficial vida eterna, estas palabras les sonarán un tanto extrañas, pero es apenas lógico pensar así, porque siempre, el mundo ha escuchado de un CREADOR pobre de espíritu y hasta egoísta con su CREACIÓN, porque nunca ha podido tener la posibilidad de entender, cuán grande y puro es el amor de DIOS por todos sus hijos, porque nunca comparan nada de nada.  Así como es arriba, así mismo fue algún día, ese tierno hogar que el CREADOR formó para sus hijos, acá, en el paraíso terrenal, o MADRE TIERRA.
Sin más preámbulos, continuemos la historia para establecer en qué punto, la reencarnación comienza a tomar forma, en la medida que el hombre decide apartarse de la luz y de la armonía infinita.

Hermanos, debemos saber que tempranamente desde que la MADRE NATURALEZA, fue extendida hace apenas un instante para vuestro PADRE CREADOR, para que sus hijos se extasíen en la sabiduría, en el amor y la armonía, ha venido la confusión, el dolor, la envidia, la avaricia, y todo esto ha ocurrido simplemente porque:

Primero. Unos hijos desearon entrar y aferrarse más firmemente en la desarmonía de los asuntos terrenales.

Segundo. Los otros hijos más codiciosos y visionarios, quisieron ser y saber más y más que el CREADOR, y en su infinito orgullo, vanidad, soberbia e inconsciencia, acogiéndose a su libertad, y prematuramente a un derecho natural de ser exploradores y viajeros de la vasta Madre Naturaleza, decidieron hacer las cosas pobremente a su manera, despreciando la sabiduría divina, convirtiéndola en vulgar conocimiento o ciencia de hombre. Este punto se desarrollará en otra publicación. 

Tercero. Finalmente aquellos hijos que quisieron pretender ver más la luz, y en su desmedida ambición, agarraron toda la semilla de la sabiduría divina, para sepultarla en la angustia y en la tristeza, para su propio beneficio, dejando a sus demás hermanos viviendo en la total ignorancia espiritual.

De las consideraciones expuestas anteriormente, es fácil deducir que al día de hoy, nada ha cambiado, porque aún persisten las mismas expectativas en cuanto a la forma de concebir la vida, dejando a un lado lo más importante, la contraparte  espiritual.
Exploremos cómo fue la caída del espíritu humano, que desde muy temprano se lleno de olvidos, y su única esperanza hasta el día de hoy, es recuperar la memoria de sí mismo y de la verdad, liberándose de las cadenas que lo atan fuertemente a la irracionalidad y la ignorancia.

Y como cuenta la historia tradicional, en verdad si fue una pareja de hijos encarnados del CREADOR y la Madre Naturaleza, quienes por voluntad propia, acogiéndose a su total libertad, atropellando la armoniosa voluntad del PADRE CREADOR, prefirieron contrariarle sus expresas advertencias y consejos, cubriéndose de desobediencia, rebeldía y pereza, haciendo caso omiso a las más elementales normas de armonía, necesarias para preservar la frágil delicadeza de un mundo perfecto. Esta pareja no estaba dispuesta a cumplir con el mínimo compromiso que el CREADOR les pedía, para de esta forma, afianzar e interiorizar en su esencia por su propia voluntad y conciencia, todos los galardones y la riqueza espiritual que les extendió generosamente.

La reconocida frase, no comerás del fruto prohibido, tiene mucho de verdad, pero su real significado fue tergiversado, dando la sensación que se quiere mostrar muy sutilmente, un CREADOR con ciertos aires de egoísta. 

Entonces lo primero que hizo la rebeldía del hombre, fue hacer precisamente lo que se les advirtió no hacer, y estropearon los frutos aún verdes de la Madre Naturaleza, cogiéndolos antes de tiempo, ó cogiéndolos por gula, o por contemplarlos mal. Para el mundo de hoy, dirán que es algo aparentemente simple y sin mayor trascendencia, pero quienes así piensen, es porque ignoran que los perfumes del mismo producto de la Madre Naturaleza, realimenta sistemáticamente la frágil armonía del paraíso terrenal, la armonía  de todos sus hijos, además de servir de alimento para vuestro PADRE CREADOR, que se regocija de las fragancias  de todo el conjunto.

A partir de ese  instante, esa luz intensa depositada en cada uno, se fue perdiendo, esa claridad y lucidez se fueron marchitando, se fue extinguiendo la visión y ese entendimiento nítido de amarse, de cosechar  y de compartir amigablemente los unos a los otros, y de respetarse como hermanos, porque ya comenzaba a no entenderse un hermano con el otro, y casi siempre existía ese desaire, esa desunión, como si no fuesen la misma luz, sino una separación entre el cogollo del árbol y entre la hoja ya marchita.  Ahora se estaban volviendo incapaces de entender y de saber, que todos eran una sola luz en vuestro PADRE CREADOR, y que ÉL está en el interior de todos.

Poco a poco la desarmonía comenzó a extender una avalancha de nefastas consecuencias, como el dolor, la tristeza, la envidia y los celos. Se comenzó a decir, solo es mío, no es de nadie más; la hermandad se estaba dejando seducir con toda la riqueza material depositada en el paraíso terrenal, que ahora comenzaba a tener una con notación viciada, porque se estaban confundiendo con tantos dones y facultades naturales, que ya no podían administrar sabiamente, por falta de entendimiento y de lucidez espiritual.  Entonces vuestro PADRE El CREADOR con mucho amor e insistencia decía: se está perdiendo la armonía, se está ahuyentando la luz, está llegando la tristeza, el dolor y el desamor; vuestros hijos se están descarriando, al igual que la hoja cuando está seca, que no quiere dar más amor, más perfume, y simplemente se cae. Y como la fruta podrida, que termina contaminando y dañando a las demás, así mismo sucedió con aquellas tempranas generaciones de hijos, que cada vez se volvían más sordos, rebeldes e inconscientes.

Al manchar la esencia con desarmonía, percudieron sus sentidos de luz,  de amor, de paz, de respeto, perdiendo su pureza e inocencia, y por primera vez sintieron el frio, el hambre y la desnudez espiritual; sensaciones de vacío interior que igualmente se manifestaron en el cuerpo físico, entonces llegó la malicia y la vergüenza, sintiendo la necesidad urgente de cubrir sus cuerpos de las miradas indiscretas, pero era la impureza incipiente y la desnudez del espíritu quien los acusaba.  Cuando aún todo era armonía, en verdad, los esbeltos y perfectos cuerpos de los hijos del CREADOR, nunca se veían desnudos, a pesar de que físicamente no utilizaban prendas, pues sus espíritus siempre han estado elegantemente vestidos, porque el vestido de la esencia, es un adorno natural que la MADRE NATURALEZA  refleja y le brinda a todos sus nítidos hijos.

En un determinado momento, cuando el hombre decidió hacer su mala voluntad, entregando solo desarmonía y desamor, llegando a desconocerse de sí, con mucho dolor vuestro PADRE CREADOR  ordenó como un mandato divino, diciendo: a partir de ahora, todos mis ingratos hijos rodarán y rodarán en mi QUERIDA ESPOSA,  LA NATURALEZA, pero sus esencias siempre serán las mismas, y te ganarás el pan de cada día con el sudor de tu frente, porque de ahora en adelante, nada les llegará así como así, porque has desobedecido, y no has entendido qué es la luz en ti, y que son ustedes en mí; y tendrán que limpiar la mancha y recuperar la luz que perdieron vuestros espíritus, y a la vez entenderán quién es para vosotros la MADRE NATURALEZA, porque Ella multiplicará todo lo que sus hijos hagan con amor, con paz, y mucha sabiduría que tendrán.

Todo hijo del CREADOR que haya deshonrado su esencia, manchándola con oscuridad, se debe limpiar con dolor, de  la misma forma, como se limpian las aguas, que por más sucias o turbias que estén, ó por más oscuras  que se vean, cuando entran en los poros de la tierra, o en los poros de la MADRE NATURALEZA, esas aguas oscurecidas, ellas solas se van purificando, se van limpiando, y salen cristalinas, nítidas y tiernas por las profundas venas de la MADRE NATURALEZA, hasta formar los grandes ríos y los grandes mares.

En este punto del recorrido, ya es sencillo visualizar el momento, y los motivos más que suficientes, que  desataron el mecanismo que hizo girar la rueda de la reencarnación, como un mandato divino. En ese entonces, para el hombre que apenas había comenzado a manchar su espíritu, todavía era fácil entender el proceso y acogerse a él, para no quedarse rezagado. Debemos comprender que el engranaje de la reencarnación, se convirtió en una necesidad prioritaria, porque se necesitaba subsanar y restaurar la continuidad natural y armoniosa, de un plan divino que había sido interrumpido abruptamente por la inconsciencia del hombre, que apenas iniciaba su travesía espiritual en el paraíso terrenal, siendo este, el primer escalón de una serie infinita de mundos espirituales, que lo esperaban con los brazos abiertos, para vivir como un perfume cada vez más refinado, como una luz intensa, como un resplandeciente sol en el firmamento.

A pesar de toda la oscuridad recopilada en el espíritu humano, vuestro PADRE que es tan grande, tan puro, tan tierno,  que esa semilla que son sus hijos, nunca la ha dejado abandonada, mucho menos olvidada, porque ÉL siempre está presente, y siempre está de frente a sus hijos, porque siempre, en todos los tiempos, el CREADOR  ha enviado sus grandes mensajeros, a recoger a sus hijos que están ausentes de su presencia, e ignorantes y soberbios ante la sabiduría, y la sencillez de la Madre Naturaleza. 

En el preludio de este agitado tiempo, es donde reaparece por primera vez, ahora como mensajero celestial, la figura del hijo primogénito del CREADOR y la Madre Naturaleza, conocido como Adán, que venía con la noble intención de intentar restaurar el amor, la hermandad y el respeto que se estaba perdiendo entre sus semejantes.

Como un comentario adicional, es triste ver, cómo el hombre que todo lo ha enseñado al revés a nivel espiritual, tranquilamente ha calumniado la figura de Adán y de su esposa Eva, convirtiéndolos en lo que hoy el mundo cree, en los culpables de todo el dolor, y el sufrimiento que aqueja la humanidad; desconociendo la integridad moral, el valor, la fortaleza, la buena voluntad y toda la sabiduría, que alberga la esencia  de un verdadero mensajero. Leyendo entre líneas, desde aquí ya se comienza a visualizar la única razón de peso, del por qué se difama y se mancilla la imagen de los verdaderos servidores del CREADOR, con excepción del nombre de Jesús, aunque sean la misma esencia.

En las diferentes épocas la presencia de los grandes enviados, y de toda su esclarecedora  enseñanza,  el hombre igualmente no la ha sabido aprovechar, para aprender y despercudir su espíritu, porque solo por orgullo y necedad, nadie se puede dejar de nadie, prefiriendo acogerse libremente a su libertad con mayor frialdad, tomando cada vez el rumbo más equivocado, que indefinidamente lo conduciría directo al abismo del sufrimiento, de la angustia y de la tristeza, sin poder encontrar un camino de regreso.  El hombre se convirtió así mismo en una cruel enfermedad, que arrasa con toda la armonía que se ha dispuesto en el templo de la MADRE TIERRA.

Pero como siempre, EL CREADOR respetando la autonomía y la libertad que les entregó a sus hijos, para que decidan lo que más les convenga, nunca los obligó a nada, ni siquiera a reencarnar nítidamente, haciendo uso de un conducto regular para cumplir con ese objetivo. Mucho menos los obligó a aceptar por imposición sus riquezas espirituales o galardones, que eran de propiedad de cada uno, y quien las desprecie, en cualquier momento comprenderá, que las tendrá que volver a recuperar  poco a poco, con dolor y con tristeza, porque así mismo las perdió. 

Finalmente, pareciendo una eternidad para nuestra limitada comprensión, los hijos del CREADOR perdieron toda comunicación directa de labios del PADRE CREADOR, y pasaron de conocerlo íntimamente, a simplemente tener que creer que DIOS existe; y con esto, ignorando quienes eran, de dónde habían llegado, a dónde tienen que llegar, por qué habían encarnado, y qué estaban haciendo en el paraíso terrenal; quedaron viviendo como la hoja seca, que el viento la lleva para allá y para acá, y siempre queda en el mismo sitio para abonar la tierra. 

De este modo, toda la riqueza espiritual de los hijos encarnados del PADRE CREADOR y la MADRE NATURALEZA, se desvanecía por completo como la nube en el firmamento, cuando temerariamente arrojaron al abismo todos los principios que vuestro PADRE les compartió, convirtiéndose en seres sucios, llegando a tocar fondo, al quedar literalmente vacíos y desamparados de la presencia del CREADOR, embebidos en el odio, la envidia, la venganza, la avaricia, sin respeto, sin reconocerse de sí, ni como hermanos, esclavizándose los unos a los otros, desgarrándole la vida al amigo, al hermano, al vecino, despreciando la CIENCIA del CREADOR. En conclusión, quedaron viviendo sin Dios ni ley para nadie. 

Simultáneamente desde que el espíritu humano comenzó a marchitarse, los templos o cuerpos por falta de armonía, de paz  y de amor, lentamente y de manera natural, comenzaron a generar en el templo de la MADRE NATURALEZA, que siempre había sido un ambiente puro e inmaculado, graves perturbaciones físicas, mentales y espirituales, energías venenosas, crueles, amargas y arruinadoras, que comenzaron a volverse más densas, hasta que finalmente lograron plasmarse en el mundo físico, y siguieron multiplicándose a pasos agigantados; energías que sin excepción alguna, comenzaron a cubrir como un manto de oscuridad, de tristeza y desarmonía, toda esa perfección de vida formada por mano del PADRE CREADOR.

Se comenzó a estropear la tranquilidad de las aguas cristalinas, se contaminó la sutileza y la pureza de los aires, las raíces de los arboles se vieron envenenadas, y con ello sus frutos se malograron, se salpicó de sangre los poros de la tierra, se contamino con plagas la vegetación, se desequilibró la serenidad y la calidez de ese tierno hogar, porque el hombre por su extremada  impureza, cada vez se convertía así mismo en una antorcha humana, que en cualquier momento, de forma espontánea, se podía llegar a prender como una chamiza seca. Y de hecho, así ya sucedió una vez en un pasado, arrasando no solamente con sus propias vidas, sino también exterminando los recursos de la Madre tierra. Y para variar, este suceso también se tergiversó de mala fe como siempre, para recalcar con cruel insistencia y morbosidad, en la existencia de un  DIOS castigador y vengativo, capaz de utilizar a sus entidades angélicas,  para exterminar la desarmonía del hombre.

Retomando el hilo de la historia, toda la armonía presente en los frutos de la Madre tierra, ya no era suficiente para saciar el apetito cada vez más voraz del hombre, viéndose en la imperiosa necesidad de cambiar drásticamente sus hábitos de alimentación, y sin darse cuenta en qué momento, sus sutiles y livianos cuerpos terminaron tan pesados e insensibles como las piedras, cuerpos que ahora sometían a su capricho al encarcelado espíritu, y lo arrastraban por la senda de la indigencia espiritual.

Sus pesados cuerpos se fueron adaptando poco a poco a las nuevas condiciones de vida, y a las condiciones ambientales adversas que ellos mismos propiciaron. Es así como se oscureció la información presente en la llamada genética humana, alterando su fidelidad y su calidad, información que ahora parecía más bien una colcha de retazos, que ya no reflejaba la sabiduría, ni la perfección original del CREADOR por ningún lado. De ahí en adelante, esa información mutilada se siguió transmitiendo de generación en generación, y de manera natural, en millones de casos, se convirtió en un medio necesario, pero no suficiente, para purificar la desarmonía espiritual, ya sea de la vida presente o de una encarnación pasada, porque finalmente en cualquier instante, toda la desarmonía y la crueldad que aún arrastra el espíritu, termina convirtiéndose en desarmonía y sufrimiento corporal.

Ahora es más simple entender la razón, por la cual tarde que temprano, todos los hijos del CREADOR terminaron siendo víctimas de las enfermedades, que lentamente comenzaron a consumirlos, de tal manera que sus fructíferas y exuberantes vidas, cada vez se acortaban más y más sustancialmente, porque ahora estaban comenzando a cosechar en abundancia, el fruto de su desamor, que se reflejaba en el deterioro o envejecimiento corporal.

Haciendo un pequeño paréntesis al respecto, cualquier alteración o mutación en la genética humana, al menos que se haga deliberadamente, en cualquier otro caso en particular, no se puede considerar como un error de copia, o como un caso fortuito de la naturaleza, todo obedece a una causa espiritual.  Gradualmente, el ADN de esta humanidad, puede reflejar algunos porcentajes de cambio en su información, no queriendo indicar que estamos evolucionando como especie pensante, simplemente estamos accediendo nuevamente a unos eslabones de información que se habían perdido, trayendo consigo seguramente, lentamente el despertar de algunas facultades naturales latentes  dormidas.

Cerrando el paréntesis anterior, como consecuencia inmediata de toda la desarmonía de la que se venía hablando, a la hora de desencarnar prematuramente, de manera natural o involuntaria, los cadáveres eran foco de más contaminación para la tierra, desarmonía que se fue multiplicando y adaptando al medio ambiente,  evolucionando cada vez en formas de vida más complejas.  Este tipo de evolución corporal, es un mecanismo de sobrevivencia, que muy hábilmente los diversos tipos de desarmonía espiritual lograron desarrollar, algunos para convertirse en molestas plagas, otros en animalillos repugnantes, y los bichos más insignificantes, cada vez fueron más resistentes al exterminio, y hasta el día de hoy son nuestra peor pesadilla. 

No solo los cadáveres desde las primeras generaciones, servían para contaminar el mundo material, sino que también los espíritus o esencias de esos hermanos, ahora libres de la materia, en vez de elevarse y viajar hacia los brazos del CREADOR, se quedaban estancados por siglos como legiones de sombras errantes, aquí en la MADRE  TIERRA, confundidos, sin saber qué les había pasado, porque nunca aprendieron que el espíritu es una luz eterna, que nunca se apaga, que posee inteligencia, voluntad y consciencia propias, y que sobrevive al cuerpo, pero en su ignorancia se quedaron perturbando, creando caos y violencia desde el mundo espiritual hacia el mundo físico.

Todas estas entidades espirituales, incluyendo las que se han sumado a esas legiones de ignorancia y de maldad, hasta el día de hoy, son las mismas que algún día arbitrariamente etiquetaron como los grandes demonios, pero realmente es la misma hermandad, que por muchas razones se ha quedado rezagada por siglos de siglos. Para millones de esos espíritus todo es oscuridad y confusión, porque temporalmente son  incapaces de volver a reencarnar en un cuerpo nítido de hijo del CREADOR,  para  contemplar de nuevo la hermosa luz extendida sobre la Madre tierra. Según están las cosas, seguirán así por muchísimo más tiempo, porque los espiritualistas terrenales, no enseñan a adoctrinarlos, sino a rechazarlos y maldecirlos en el nombre de su santa ignorancia.

El hombre por ser hijo de un CREADOR, también posee todo el derecho natural de crear, pero en su inconsciencia y desamor, solo crea desarmonía y ruindad.  Es interesante saber, que no todos los animales que hoy el hombre conoce, son producto de la mano del CREADOR, tal como la polilla, la cucaracha y toda una gama de animales repugnantes. De otro lado, los animalillos que sí son creación divina, la inmensa mayoría se han degenerado, por la intervención de la inconsciencia del hombre, porque el espíritu humano ya desencarnado, desde hace una eternidad, se dedicó a contaminar los cuerpos de muchos animalillos, cuando mediante reencarnaciones imperfectas, el espíritu humano completamente ciego, sordo, mudo e insensible, terminó incorporándose temporalmente entre ellos. Una reencarnación imperfecta, es aquella donde la mano del CREADOR no interviene en ningún momento,  en semejante despropósito espiritual, porque los animalitos fueron creados como una sana compañía para el hombre, y una vez entregan su cuerpo a la Madre tierra, esa chispa divina, debería brillar como un diminuto lucero en el firmamento.

Para la mayoría de espiritualistas, es inconcebible este fenómeno, porque dicen que el espíritu humano no involuciona, pero realmente aquí no se está hablando de una involución, sino de una ceguera espiritual temporal, que le hace incapaz de reconocer la fisonomía humana, debido a toda la oscuridad espiritual que ha recopilado la esencia.  Más adelante se indicará con más detalle, el por qué, y cómo se hace realidad el proceso de una reencarnación imperfecta.

El desconocer  la verdadera hermandad que existe entre todos los hombres, se ha convertido en la principal razón, para que millones quieran vivir su vida sin respeto, sin creer en esa luz infinita que nos brindó el don de la vida, queriendo obtener todo lo que desean fácilmente de forma fraudulenta y hasta gratuita, ya sea desgarrando una vida, engañando al prójimo con mentiras, arrebatándole el pan de la boca al hermano con doctrinas engañosas,  otros calumniando al prójimo, y hasta colocándole enfermedades postizas a un supuesto enemigo, etc.  El que nada sabe de la profundidad de la vida espiritual, seguramente está convencido, que todas estas crueldades se quedan en el olvido de manera impune.

Para todos en general, pero el caso en particular de aquellos hermanos, que han vivido empapados en la crueldad, en el momento de desencarnar, o mejor dicho, de entregar su cuerpo a la Madre tierra, con el tiempo, según la inconsciencia que se tenga, irremediablemente se darán cuenta que es necesario volver de regreso a la Madre tierra, a purgar todo esa crueldad en un cuerpo inocente, porque toda la maldad se paga acá mismo, donde se cometió; comprendiendo si fuese el caso, que todo ese daño que le causó al hermano, al amigo y al vecino, inocentemente se lo estaba haciendo así mismo.  Por tanto todo ese sufrimiento, crueldad y barbarie que derramó sobre otros, lo deberá soportar en carne propia, porque de manera natural, se recoge multiplicado el mismo fruto de la semilla que se ha sembrado, porque quien siembra un puñado o dos de cualquier grano, con gran expectativa espera recoger una  abundante carga del mismo tipo de cosecha.

Esta es la razón del por qué, por cada rincón del vientre de la Madre tierra, millones de hermanos  deberán padecer graves, terribles e irreversibles enfermedades del cuerpo, y ó de la mente, muchas veces desde que aún están en el vientre materno, y ni siquiera el PADRE CREADOR con todo su poder se atreve a intervenir, porque ÉL respeta como nadie  más lo hace, el sagrado derecho del libre albedrio de cada uno de sus hijos de estropearse y maltratarse con su mal proceder, por su propia voluntad.

Vuestro PADRE CREADOR nos brinda mucho valor y fortaleza, a la hora de aceptar con amor esta penosa y dura prueba, pero como sea, simplemente es una prueba temporal de muy corta duración delante de sus ojos, aunque para sus hijos desarmonizados, les parecerá toda una eternidad. Entonces de esta manera, en sucesivas reencarnaciones poco a poco, se va descontando toda esa pesada carga de oscuridad recopilada en la esencia.

Y como todas las cosas del CREADOR, que a nada ni a nadie obligan, llegado a este punto, cada quien es libre de responder en su próxima existencia por su mal proceder, acogiéndose a un conducto regular para volver a reencarnar de manera nítida y pura, en un cuerpo con fisonomía de cristiano, o también es libre de creer que puede evadir definitivamente una responsabilidad espiritual.  He aquí dos caminos escabrosos, que cada quien se ha labrado con su mal obrar.  Acabamos de ver el caso donde la esencia acepta de buena voluntad, purgar la desarmonía por más dolorosa que  sea. Veamos ahora el camino opuesto.

Aquellos espíritus tercos y crueles, que en vida corporal se revolcaron en la irracionalidad,  convirtiendo la fragancia de sus tiernas esencias, en venenos pestilentes y hediondos, a la hora de entender, cómo son realmente las cosas a nivel espiritual, comprendiendo que deben reencarnar nuevamente en cualquier oportunidad, para responder por cada acto de dolor y desarmonía, contra sí mismo, contra el prójimo y contra la Madre Naturaleza, en ese momento simplemente prefieren salir huyendo y seguir rodando temerariamente, como espíritus ambulantes por siglos, percudiendo y marchitando  más y más sus  ciegas, mudas y sordas  esencias, ahora sí, sintiéndose aterrorizados e  incapaces de hacerle frente a su propia maldad, evadiendo el horror que significa su propia ferocidad. Pero con todo esto, inconscientemente solo están postergando la agonía y agravando su situación espiritual. Aquí se está cumpliendo  al pie de la letra, el popular refrán que reza: el pecado es cobarde.

En este intento de evasión, terminan por opacar el poco brillo que mora en su espíritu, perdiendo la noción de sí mismos, y les da lo mismo arriba que abajo, quedando casi como un ser inanimado, como un ente, porque una costra muy densa de oscuridad espiritual recubre su esencia. De tal manera, que se les vuelve  imposible reconocer su propia luz espiritual, y ahora acogiéndose a un instinto más que animal, y sin tener la mínima posibilidad, de reconocer la luz de un vientre femenino, para volver a ser dueño de un cuerpo de cristiano, como se dice comúnmente, es donde de manera temporal durante largos periodos de tiempo, reencarnan de manera imperfecta, en aquellos sitios donde su percudida esencia encuentra afinidad y acogida, como entre los animales rastreros que habitan en la oscuridad y la frialdad de las cuevas, entre las grandes fieras de los montes, y en las lejanías de los mares, mostrándose en algunos casos como animales gigantescos y temibles. Un caso muy especial, son aquellas criaturas que aun conservan ciertos rasgos de la fisonomía humana, algunos presentes en la tierra, y otros en los mares muy bien escondidos, como es el caso de las sirenas, pero el mundo aprendió a verlas como seres mitológicos. Poco a poco la realidad va saliendo a la luz, descubriéndose tal cual es. 
 
En unos casos extremos, que ni siquiera se llamarían reencarnaciones imperfectas, porque ahora la esencia no coge cuerpo, sino que se plasma, dándole vida por ejemplo,  a un árbol de fruto venenoso, que ni sombra puede dar,  que ni siquiera las víboras lo pueden consumir, hasta que con el tiempo, al plasmarse en otra especie vegetal, comienza a ser un arbusto útil, dando fruto sano, capaz de brindarle alimento y refugio a muchos animalitos.  Otros espíritus  se pueden plasmar en las piedras frías ó en cualquier pared, y estas  son más comunes de lo que el mundo cree, pasando en muchos casos como una aparición milagrosa.

Estos procesos de reencarnaciones imperfectas y de plasmarse, son temporales y son reversibles, en la medida que el espíritu comienza por si solo a desmancharse, recuperando muy lentamente la luz de su interior, hasta que comienza a reencarnar en muchos tipos de animales, pasando en sus últimas instancias, como una bestia de carga, para finalizar haciendo parte de los animalillos más nobles, dóciles y fieles como el perro, el gato, e incluso algunos delfines.  A pesar que el hombre desconoce este proceso, y hasta con burlas puede negar estas palabras, irónicamente, con gran facilidad reconoce que existen animalillos más entendidos, dóciles y fieles que muchos de sus semejantes a los cuales solo les hace falta la cola.

Retomando nuevamente unas ideas atrás, toda la desarmonía que extendieron sobre la Madre tierra los descendientes de las primeras generaciones, que perdieron el camino del amor, terminaron por destruir no solamente su esencia, sino desapareciendo temporalmente de manera corporal de la faz de la Tierra, al convertir paulatinamente en cenizas su propio mundo, que ahora con dolor, este se estremecía y se sacudía violentamente por largos espacios de tiempo, ardiendo y vomitando todo el malestar, todo el lastre del interior de sus entrañas, expulsando todas las energías arruinadoras, amargas y tristes, depositadas por el mal vivir del hombre. Y como para finalizar, de los golpes más  bajos y certeros que se recibieron, sorpresivamente cayeron como un bólido sobre sus propias cabezas, exterminando  los cuerpos de los más soberbios y creídos, que ahora se presentaban como gigantescas sombras grotescas, y solo sus huesos quedarían como prueba de su cruel existencia.  Los pocos que sobrevivieron, solo fue cuestión de tiempo, para que terminaran extinguiéndose.

De aquí en adelante, se necesitaron miles de millones de años, para poder medio restaurar un poco el equilibrio en la Madre tierra, para que comenzara nuevamente a florecer la vida en todo su esplendor.

Intentemos comprender de una manera muy sencilla, cómo resurgió de las cenizas el espíritu humano, que con gran anticipación ya muchos de ellos, habían experimentado el levantarse del fango, para recuperar su fisonomía humana, utilizando para ese fin reencarnaciones imperfectas, pero en esta ocasión, comenzarían a levantarse casi desde cero.

De los millones de esencias aletargadas, que se quedaron rezagadas desde las primeras generaciones, haciendo uso de una capacidad inherente, llamada la inteligencia espiritual, además de toda la fortaleza de la que fue revestido generosamente el espíritu humano desde el momento de la Creación, para sobreponerse ante cualquier adversidad, asegurando su supervivencia corporal, así fue como el espíritu ciego, sordo, mudo e insensible del hombre, sin darse cuenta, aprendió a levantarse del barrial. Y como siempre, haciendo todo pobremente a su manera, cuando su esencia se aferró incansablemente a un proceso evolutivo, cuando terminó echando mano de su propia creación de oscuridad, que con gran anticipación  se había  encargado de propiciar, y de echar a rodar, y que muy hábilmente le sirvió como bastón de apoyo, en el momento que más lo requirió, subiéndose como una desarmonía más, en el tren de un proceso reencarnatorio imperfecto.

Por largos periodos su espíritu vagabundo, errante y eterno, se posesionó en densas formas rastreras, viviendo inicialmente como un bicho insignificante, y en sus fases finales vivió como una verdadera fiera del monte, habitando en cuevas bajo tierra. Gradualmente su espíritu más consciente, se posesionó en cuerpos más refinados,  aprendió a caminar erguido, desarrolló un cuerpo dotado de un cerebro apto para seguir despertando su inteligencia, su conciencia, perfeccionando sus habilidades, sus destrezas, y todas las características que son inherentes a los hijos nítidos del  CREADOR. De esas habilidades se valieron para crear sus primeras herramientas, sus armas y lograr su mayor redescubrimiento en su estado aún primitivo, el fuego, y con este, comenzó un vertiginoso desarrollo a todo nivel.

En estos tiempos llamados modernos, aún se encuentran por diversos puntos geográficos, infinidad de grupos humanos aislados, cuyos espíritus atrasados y muy rezagados, ya tienen la posibilidad de habitar en un cuerpo con fisonomía humana, pero aún viven como salvajes en proceso de despertar.  En contraposición con estos seres, existen personas que teniendo un cuerpo con la perfecta fisonomía, e inteligencia de un ser humano promedio, en la medida que se desarrollan como adultos, empiezan a desconocer su propia fisonomía, y terminan desfigurándola, asumiendo roles y  apariencias de temibles fieras, pero para ellos es normal, pasando como desadaptados para la sociedad, pensando que tal vez es un trastorno, una perturbación  sicológica, ó un caso siquiátrico.

El desconocimiento generalizado de las cuestiones más básicas de la vida espiritual, ha llevado al hombre desde tiempos inmemoriales, a que cada quien, haga y crea en lo que le parece es sabiduría, porque solo por orgullo y necedad, nadie se puede dejar de nadie. El mundo terrenal cada día está más poblado de sus hijos, antes que por la multiplicación entre ellos mismos, es porque la mayoría por ignorar la propia luz que habita en su interior, se han quedado estancados o estacionados acá, en el plano terrenal, porque son muy pocos los seres que una vez desencarnan, como decir, uno en un millón, tienen la capacidad de elevarse como el perfume nítido y puro, que algún día todos fuimos, y viajar hacia los mundos de las estrellas, a seguir viviendo solo como una luz intensa, extendiéndose en forma de luceros, de estrellas, de soles, y desde lo infinito seguir derramando su amor, su paz, su alegría y su sabiduría hacia la MADRE NATURALEZA; pero no, acá la hermandad solo quiere vivir triste y adolorida.

Si en verdad todos lograran comprender, que  aquí en la MADRE TIERRA  te acogiste a tu propia libertad, y con paciencia te sepultaste en el fango del dolor, percudiste tu esencia, perdiste el amor y la sabiduría divina, acogiéndote solo a la sabiduría tirana y cruel del hombre ignorante, entonces  aquí mismo tienes que venir a sufrir con paciencia, y con mucho amor volver a recuperar toda la sabiduría que perdiste, toda la luz que despreciaste, y así  poder estar conscientemente, frente a frente, a esa luz infinita;  entonces tendrás que venir las veces que sean necesarias, según la propia inconsciencia que se  tenga, a limpiar y recoger todo ese dolor, toda esa amargura, esa mancha, ese veneno que tú mismo te diste, y le entregaste al prójimo, y a la MADRE NATURALEZA. Pero en ese intento, la mayoría terminan acabando de percudirse mucho más, por desconocer la realidad espiritual, al preferir sumergirse en la fantasía espiritual que le venden al mundo, principalmente los dioses terrenales.

En estos tiempos cada vez más convulsionados, ya no existen las profundas enseñanzas espirituales que dejó Jesús, que no hayan sido mancilladas por la mano del hombre, y de las cuales toda la humanidad este plenamente convencida, que expliquen claramente y hagan entender, que no se puede hacer el mal ni siquiera en pensamiento, y tranquilamente esperar el bien, porque quien pisotea y humilla al prójimo, es como si maltratara la luz del CREADOR y la luz de la MADRE NATURALEZA, desconociendo que finalmente será la misma humillación, el maltrato, y el castigo que cada uno le infringe a su propia esencia.

Tener una visión esclarecedora, de cómo es realmente de compleja la vida espiritual, seguramente servirá para que millones y millones de seres aprendan a vivir diferente,  simplemente se atrevan a  mirar a su alrededor, contemplar el panorama de dolor y sufrimiento de millones de hermanos, y terminen por convencerse, que el sufrimiento, el dolor, la tristeza y la enfermedad de millones de esos hermanos, no es obtenido de manera gratuita, ni mucho menos al azar por cosas de la naturaleza, porque esta es la manera natural de purificar la esencia, de esa desarmonía que voluntariamente cada uno se ha entregado.

En verdad la reencarnación es como un salvavidas, que vuestro PADRE CREADOR les lanzó a sus hijos ingratos por amor, no por capricho, al momento que estos decidieron por voluntad propia, comenzar a arrojarse en las aguas turbias y corrientosas del mal proceder, del mal vivir, que los arrastraban sin rumbo fijo, a la infelicidad, al sufrimiento y al destierro eternos.  Durante toda esta peregrinación por el valle de las lágrimas y los lamentos, nada de lo que el CREADOR le entregó a sus hijos en el momento de la creación se pierde, así lo hayan despreciado en su momento, porque es de propiedad exclusiva de cada uno, por tanto, tiene la absoluta libertad para recuperar la luz que perdió, cuando decidió mancharla, deshonrando su propia esencia con su mal proceder, o también es libre de seguir percudiéndose mucho más. 

Cada uno es libre para decidir, cuantas veces se quiere seguir tropezando con la misma piedra en el camino, seguir dando vueltas y vueltas en la madre tierra, sufriendo y sufriendo de infinitas formas, pero sin saber el por qué se sufre.

Es la reencarnación en sí misma, quien da las pautas para poder comprender con toda certeza, que el amor del CREADOR es tan puro e incondicional con sus hijos, que hasta el más apartado, cruel, oscuro, triste y llagoso, merece algún día estar disfrutando de su presencia, de toda su luz, su armonía, su sabiduría y vida eterna. Vuestro PADRE el CREADOR, que no es un ingrato, ni un rencoroso, mucho menos un vengativo, siempre nos extenderá su luz, su amor, su paz, brindándonos  valor y fortaleza, para soportar con amor esas duras pruebas, comprendiendo que ÉL no castiga a nadie ni con el pétalo de una flor, porque cada quien se castiga de sí, según sus malas acciones.

Muchos de los encantadores de espiritualidad no  quieren darse cuenta, que cada vida que se nos ofrece para desmanchar el espíritu y recuperar toda la riqueza espiritual perdida, simplemente es un insignificante parpadeo para el CREADOR, pero para el ser que sufre, parece toda una cruel eternidad, pero es el propio peso de sus errores y culpas las que lo agobian, porque el tiempo simplemente es algo relativo, que depende de la conciencia del observador.

Los opositores de la reencarnación afirman que con este proceso, no se está asumiendo el libre albedrio, pero están equivocados, porque asumirlo, no es sinónimo de la crueldad eterna que ellos proponen y profesan, y la muestra más palpable e innegable, de que el libre albedrio si se asume y con creces, es todo el sufrimiento y la enfermedad que se ven por doquier, pero parece que para los falsos espiritualistas, el dolor ajeno no tiene la menor importancia, porque lo único que les interesa es enseñar una  vida espiritual, donde ellos como intermediarios entre el cielo y la tierra, sean necesariamente indispensables, por eso la deben enseñar al revés, negando la realidad que tienen frente a sus ojos,  atreviéndose a enseñar  de un DIOS pobre de espíritu, que cualquier buen padre terrenal con todos sus errores superaría con creces. 

Entendamos quienes eran, y por qué acostumbraron al mundo, a rechazar el salvavidas espiritual de la reencarnación, para acogerse con mayor fuerza a una espiritualidad vacía y efímera. Aquellos hermanos que siendo sus esencias luz, amor, paz y sabiduría, han preferido acogerse ciega e insensatamente a una semilla ruin y dañina, depositada cuidadosamente en unas enseñanzas amañadas, que dejaron sembrando sus predecesores fundadores, que siendo los poderosos y vanidosos reyes del ayer, se autoproclamaron como  sumos pontífices o papas.  Su institución fue bautizada con algunos apellidos de estos, incluyendo los de los más fieles y crueles defensores de la causa.  Muchos de sus sucesores hasta hoy, inocentemente se han convertido en los principales opositores, que atacan la reencarnación, negándola y desprestigiándola con vehemencia.

Los pilares que sustentan la frágil fe de esta institución cada vez más cuestionada, no por sus enseñanzas, sino por los escándalos a su interior, está cimentada en dos necedades absurdas, que atentan contra la naturaleza misma del hombre: nacer por obra y gracia, sin intervención de varón, y resucitar de entre los muertos. Parece que le dan prioridad al cuerpo sobre la esencia, por eso muy tranquilamente dicen: polvo eres, y en polvo te convertirás, como si fuésemos un cuerpo vacío.

Desentrañemos el por qué, todo esto no es más que un embuste camuflado de espiritualidad.

En primera instancia, no se puede negar, que la unión nítida y pura de una pareja, para procrear nuevos retoños, es un derecho natural que generosamente nos brindó el CREADOR, porque además toda la luz y el amor nacido de esa unión, sutilmente es un pequeño aporte que el hombre hace para su propia armonía, y que la Madre Naturaleza necesita, para seguir floreciendo y multiplicando el fruto para sus hijos, extendiéndoles más perfume y más amor; porque espiritualmente todo está íntimamente ligado entre sí, como una frágil, delicada e infinita  red de luz.  En general, he aquí el por qué, en la medida que el verdadero amor en la humanidad se extingue, para la Madre tierra se hace cada vez más difícil, el poder ofrendar generosamente su fruto sano y poderoso.

En segunda instancia, no se puede ignorar que la desencarnación o mal llamada muerte, también es un proceso natural, que siempre ha existido, y su finalidad desde aquel entonces, ha sido que el templo libere completamente la fina fragancia, que temporalmente ha reposado en ese fino estuche de luz, para que  ahora sí, comience a evolucionar espiritualmente en los mundos invisibles, pero como un perfume más refinado y delicado.

El desconocer la vida espiritual, ha permitido que unos pocos  se aprovechen de la ignorancia del mundo, amedrentándolo con la fábula del pecado original, que trajo como consecuencia nefasta, según enseñan ellos, la muerte. Sutilmente hacen ver la  relación nítida y pura de pareja hombre mujer, como algo pecaminoso; y la mal llamada muerte, adquiere un significado como una cruel herencia de castigo. 

Obviamente, para darle vida y maquinar toda una seductora mentira, y extenderla tranquilamente al mundo, fue necesario maquillarla con el noble pretexto de una evangelización, y por supuesto,  la figura de quien llevaría su estandarte de salvación, no podría ser un hombre como todos, entonces necesariamente debería poseer cualidades más que sobrenaturales, para que nadie más sobre la faz de la tierra lo destronara, y qué mejor que el par de mentiras, que el mundo se ha tomado en serio.

Estos hermanos que nada quieren entender de la vida espiritual, han olvidado que no está muerto quien entrega su cuerpo de regreso a la Madre tierra, sino todo aquel hermano, que teniendo todos los sentidos que le dio el creador, no ve, no oye y no siente, porque se ha internado en la pobreza espiritual. No han querido darse cuenta, que ellos son los verdaderos anticristos, los verdaderos enemigos de las estrellas y de la luz infinita, porque todo lo nítido y puro lo tapan y lo oscurecen. 

Los dioses terrenales, dueños del mayor engaño espiritual de todos los tiempos, y dueños del vanidoso palacio terrenal de la idolatría, han explotado desde hace siglos la fe del hombre, aprovechándose de la excepcional  imagen de Jesús, y de algunas palabritas sabias que le han dejado conocer al mundo, pero no por amor, sino por fantasía, para tener el mundo arrodillado delante de sus pies, empapado en las tres letras de una palabra cruel y mezquina, que niega la verdadera riqueza espiritual de Jesús. Pero lo único que buscan, es llenar sus alcancías con el níquel  del sudor del prójimo. Siempre ha sido un buen negocio, calumniar al CREADOR, o achacarle a un inocente la responsabilidad para que responda delante de esa Luz Infinita, por toda nuestra propia inconsciencia, mal vivir y desamor. Olvidan que absolutamente nada se  aprende  a conciencia, por experiencia ajena.

Muchos para negar la reencarnación, y acogerse a una espiritualidad facilista, enseñan que Jesús murió por los pecados del mundo,  y para  justificar o sustentar esta falsa creencia de la fe cristiana, traen al recuerdo el momento de la crucifixión, en el cual Jesús está junto a los dos ladrones, y el llamado buen ladrón  le dice:  acuérdate de mí, cuando estés en tu reino; a lo que Jesús le responde: “en verdad os digo, que hoy mismo estarás conmigo en el paraíso”  Esta famosa frase, la utilizan como piedra angular, para decir que en este pasaje queda más que demostrado que no se pagan las culpas o errores, y que solo con el perdón basta; desconociendo completamente, el por qué, Jesús le respondió de esa manera al buen ladrón. 

El buen ladrón tuvo una relación estrecha con José, María y el niño Jesús, en un momento difícil para la vida de todos ellos. El buen ladrón fue un personaje, que por no tener absolutamente nada, la sociedad hipócrita de su tiempo lo desechó como una basura, viéndose obligado a robar, no por vicio, sino por necesidad, para no dejarse morir de hambre, porque nadie que realmente tenga hambre, se deja morir, sin antes haber hecho hasta lo imposible.  Vuestro PADRE perdona la inocencia, más no el orgullo y la soberbia, por eso se deben purificar con dolor.

Este humilde personaje, que se ganaba la vida cuidando un establo, donde escondían animales robados, fue quien generosamente les tendió la mano, a Jesús, María y José, brindándoles techo en una humilde ramada, donde pasaron unos meses escondidos, huyendo de la crueldad de los reyes terrenales, al tener que dejar la comodidad de su propio hogar, al ser advertidos por un mensajero celestial, de una matanza de inocentes que le acecharía su vida.

Parece que muchos hermanos en su ingenuidad, todavía creen, que en el reino de la luz, donde mora el CREADOR y todas sus jerarquías celestiales, que son amor, pureza y conciencia, existe un lugar reservado para que se posesione y se siente, la inconsciencia y la desarmonía del espíritu humano, que aún está sordo, ciego, mudo y percudido, que solo espera ganarse un cupo en el cielo, convencido que todo es tan fácil, como que paguen justos por pecadores, pero eso jamás sucederá.  Sí el CREADOR permitiera tal atropello, sería convertir en realidad algún día, la cruel fábula de los ángeles caídos, creencia necia y absurda de los dioses terrenales, que no han querido entender, qué significa la armonía y la conciencia de un ser de espíritu puro y refinado, que habita en mundos de perfección espiritual, y que por lo tanto, ni en pensamiento se atrevería a desafiar al CREADOR, porque tiene plena consciencia que es una partícula divina que hace parte del TODO, así como una gota de agua, que hace parte del inmenso mar.

Si el mundo comprendiera, que el verdadero y  más cruel infierno está aquí, en la MADRE TIERRA, ese infierno que no puede hablar, porque está mudo, porque no puede coger la cuchara para tomar su alimento, que está presente en tantos hermanos que sufren terriblemente, así sea de modo temporal, al verse ellos mismos convertidos en un animalillo, y para sobrevivir  tener que alimentarse de la misma forma que lo hace una fiera, un buitre o un bicho rastrero, despedazándose entre ellos, teniendo que recoger y limpiar toda la mortecina, que ellos mismos algún día libremente le  entregaron a la MADRE TIERRA, sin querer entender, que la estaban envenenando con su mal vivir, y a la vez entregándose ellos mismos el dolor y el sufrimiento. 

Las catástrofes y desastres naturales también tienen su origen en el hombre, que ha formado su castillo de dolor, su castillo de tristeza, porque hay pobreza espiritual, hay pobreza porque no hay armonía, sino dolor, agonía, porque los hijos del CREADOR, hermanos de las estrellas,  lo hacen y manchan la MADRE NATURALEZA, y  ELLA al no soportar tanto dolor, angustia y tristeza de sus hijos que hoy están perdidos, simplemente se sacude todo ese malestar, como el árbol cuando el viento lo sacude para votar los pétalos ya marchitos. Parece que tardará mucho tiempo para que todos sus hijos despierten, comprendiendo que todos los sentimientos enfermizos de crueldad, perversidad y desamor, de todo el maltrato hacia la Madre tierra y todos sus animalitos, los vicios, las malas costumbres, las bajas pasiones como la unión entre parejas disparejas, todas esas energías amargas, tristes, venenosas y arruinadoras en conjunto, se devuelven con gran furia contra el mismo hombre, transformándose muchas en crueles enfermedades y pestes, de las cuales una infinidad no tienen remedio.

Con todo el panorama hasta aquí descubierto, es imposible caer en los mismos errores, de algunos autores tradicionalistas, que hacen ver la reencarnación como sinónimo de evolución espiritual en la Madre tierra, porque de lejos se puede ver que NO es cierto. Es un mandato que el mismo hombre se impuso, y le sirve para limpiar y despercudir la esencia, de toda la mancha que alegremente se dio. También podría decir, no es que vengamos evolucionando de minerales, vegetales, animales hasta llegar a hombres, es todo lo contrario, porque muchos para piedras y animales es que van temporalmente.

Igualmente en este momento tal vez muchos comprenderán,   que paradójicamente, el hombre se alejó tanto de la luz, del amor y de la armonía infinita, que después de vivir en hermandad, y en comunión directa con el PADRE CREADOR y la MADRE NATURALEZA, pasó a simplemente tener que creer por una fe ciega y coja, que existe un ser superior que lo creó, al que muchos llamaron DIOS.  Así fue el resurgimiento de esta nueva humanidad, en la que hoy estamos, cuyos espíritus se comenzaron a levantar nuevamente de las cenizas, arrastrando consigo oscuras secuelas espirituales, que posteriormente terminaron influenciando las creencias del incipiente hombre primitivo.

En pocas palabras, he aquí el verdadero origen de las llamadas religiones, que hoy no saben ni por qué surgieron, enseñando erróneamente que nacieron desde el principio de los tiempos, para que el hombre conociese al CREADOR; falsedades de las cuales hoy más que nunca, gran parte del mundo está completamente convencido, y muchas terminaron imponiéndose y enseñoreándose por encima de las demás, y se han encargado de esclavizar, de sepultar y de alejar al hombre de los  verdaderos caminos de la nítida libertad espiritual.

Desde este medio extiendo una invitación, a los grandes personajes reconocidos y atendidos por el mundo, que tanto hablan del AMOR, para que al menos uno de ellos, reflexione profundamente en estas palabras, y algún día llegue a entender y enseñar, que la reencarnación antes que un mito, es una gran realidad espiritual, porque ninguno de los hijos del CREADOR, fue hecho para que se pierda eternamente, tal como enseña la taberna ingrata. Es urgente enseñar el por qué existe tanto sufrimiento en este plano, sin contar todo el sufrimiento, la agonía y la sangre que corren por cuenta de la inconsciencia, la maldad, la indiferencia e injusticia social del hombre.

Como conclusión final, así como ocurre con las leyes de los hombres, “la negación o el desconocimiento de la realidad espiritual, por acogerse a la ilusión que vende el mundo, no es disculpa, ni exime a nadie de responder en algún momento por el mal vivir que cada uno se da, en su libertad que tiene”.

Para terminar os diré: Más que necesario, es urgente compartir estas pequeñas gotas de sabiduría, que hacen parte de un mar infinito de conocimiento eterno y puro, guardado en el interior de cada uno, esperando ser descubierto, pero la gran mayoría de mis hermanos se niega atender y escuchar, tal vez por temor a descubrir una realidad espiritual, que va en contravía con sus propias convicciones. 

Con este trabajo se deja constancia expresa, de lo que personalmente se considera que la humanidad debe conocer, y algún día aún lejano, otras generaciones puedan llegar a comprender y valorar.

Ofrezco mil y mil disculpas, si estas palabras han perturbado tu esencia, pero el único anhelo es mostrar un punto de vista espiritual, que difiere substancialmente al que reina entre la hermandad, para tal vez llegar a comprender, el por qué estamos viviendo en un mundo donde todo está completamente al revés.

Quien tenga oídos, que oiga; quien tenga ojos, que vea; quien tenga voz, que sea para esclarecer el mundo, no para terminar de sepultarlo en la amargura y en la desesperanza.
Aprovechando este espacio para la libre expresión, este mensaje va dedicado de manera muy especial, en el nombre de toda mi familia, con un profundo sentimiento de gratitud y de  amor, a la AMADA MEMORIA, de mi PADRE terrenal, que hace algunos meses entregó su esencia al CREADOR,  y su templo, a las cristalinas aguas de la Madre Naturaleza.

Todos hemos venido a dejar huella imborrable en el seno de la MADRE NATURALEZA, no ha pasar sin pena ni gloria.

¡Que la Luz Infinita del Padre Creador nos acompañe, y el camino sea perfecto!

Con mucho cariño: Jeremy

                                                         v.072014.