Visiòn de la Madre Naturaleza

Visiòn de la Madre Naturaleza

jueves, marzo 24, 2011

EL GÈNESIS, UNA VERSIÓN INSPIRADA Y DESCONOCIDA.





¡Gloria al CREADOR en las alturas, paz y amor en la Madre tierra a los hombres de buena voluntad!

El hombre no se formó por azar de la naturaleza, ni nada de lo nítido y puro que en ella se encuentra, eternamente ha existido esa Luz Infinita, ese perfecto arquitecto universal, que ha dispuesto armoniosamente cada cosa en su lugar y en su debido momento, midiendo su infinito amor y su sabiduría como en segundos, porque para vuestro PADRE CREADOR, todo es el instante.

En el principio, todo era como un gigantesco agujero negro y aparentemente vacío, donde moraba SOLO el gran espíritu eterno; esa Infinita luz espiritual, que no tiene fin, y que nada, ni nadie la creó, y su verbo se manifestó sabiamente, diciendo: soy luz infinita, soy el amor del amor, soy sabiduría, soy armonía, soy paz, soy perfección, soy vida eterna; siendo vida por qué no puedo crear más vidas, no puedo estar sin florecer, y se preguntó, ¿Por qué debería estar solo? ¿Acaso tiene sentido poseer tanta riqueza espiritual, sin tener con quien compartirla? 

Entonces vuestro PADRE CREADOR, como esa semilla portadora de vida y de armonía que es, como jugando, alegremente comenzó a florecer, así como el resplandeciente árbol que extiende su perfume y ofrenda su fruto sano, dulce  y poderoso, y desplegando su energía, su luz, su amor, comenzó a formar con lujo de detalles, cada parte del templo infinito y sagrado de su querida esposa, con la forma de una hermosa e infinita silueta femenina, que solo ÉL podía contemplar en todo su esplendor,  para en ELLA extasiarse y depositar toda su sabiduría y su perfección; entonces dijo: hágase mi compañera, mi querida, legitima y lúcida esposa; y el verbo del CREADOR se manifestó, dando forma a su templo infinito, que fue creado de su propia luz, de su propio amor, y con un soplo de su aliento le brindó el don de la vida, depositando en su CREACIÓN INFINITA, la luz de un maravilloso espíritu universal, y la creó como la MADRE de todo lo nítido que tu veis, de todo lo puro que conocéis y aún de todo lo infinito y armonioso que desconocéis. 

La MADRE NATURALEZA es la esposa más tierna, armoniosa, sencilla, humilde y generosa; basta que vuestro PADRE la haya escogido y creado a su justa medida, para en ELLA engendrar todo, donde ELLA todo lo sostiene con su infinito amor, donde el CREADOR depositó generosamente toda su sabiduría, extendiendo su luz espiritual en forma de soles, como pequeños y grandes luceros, como mundos visibles e invisibles; todos, para iluminar, para adornar, para darle vida, alegría y colorido a toda esa soledad y a toda esa oscuridad natural física reinante; todo esto, para que el PADRE CREADOR y la MADRE NATURALEZA sean Dos en Uno, para ser la pareja más nítida, reluciente y tierna.

El PADRE CREADOR como cualquier buen esposo enamorado, que solo anhela y desea conquistar el gran amor de su compañera, abrió de par en par su solitario e inocente corazón, haciéndola partícipe por doquier, de todas sus riquezas espirituales y materiales, adornándola como la reina de luz que es, con infinidad de hermosas flores, cautivándola con sus delicados y sutiles perfumes, con el brillo y la belleza sin par de todas sus piedras preciosas, de toda la armonía y la fortaleza que extienden sus nítidos metales.

Como parte del infinito y majestuoso templo de su Creación o esposa nítida, que son todos los mundos visibles e invisibles, el CREADOR escogió uno en especial, como quien escoge un granito de arena en la inmensidad del mar, y lo convirtió en un perfecto paraíso para sus hijos, y lo llamaron TIERRA, pero tierra de amor y de sabiduría. Decir MADRE TIERRA es igual que decir MADRE NATURALEZA, porque es la misma esencia divina y es parte infinitesimal de su mismo templo infinito, y será el hogar de paso para todos sus hijos, para que aprendan a conocerse, a respetarse, a servirse y amarse  como hermanos, como miembros de una sola y sagrada familia.  

Y vuestro PADRE CREADOR, al igual que el niño inocente y juguetón, extendió sobre la Madre tierra, los mares, los ríos, y con una sonrisa en sus labios dijo: las aguas serán las primeras que correrán como luz por las profundas venas de mi sagrada esposa, y serán fuente de sabiduría, para que nuestros hijos se extasíen en amor, en sabiduría, y sean sabiduría; además extendió las montañas, los valles, las llanuras, y todos se vieron tapizados de verde, cuando poco a poco comenzó a sembrar su armoniosa luz, hasta contemplar el despertar del más hermoso y fértil jardín.  Igualmente extendió el aíre nítido y puro para el espacio, que sería el alimento para sostener los templos y los espíritus de sus hijos, que no quieran llegar de regreso más sabios y más lucidos a sus brazos, sino que decidan quedarse perdidos en los aires enrarecidos, en las aguas turbias y en los bosques solitarios.

El CREADOR como siempre, como jugando, comenzó a moldear en parejas, figuritas grandes y pequeñas, en forma de animalillos,  y serian sus  consentidos hijos menores, y les brindó su luz y su armonía sin ningún egoísmo. Extendió las humildes y coloridas mariposas y aves en los aires, los inquietos y ariscos peces en los mares, los traviesos y nobles animalillos cuadrúpedos en los bosques, para que se multipliquen, adornen y entreguen su perfume, su buen fruto a la MADRE TIERRA.  En un principio los animalillos fueron creados como compañía para el hombre, pero más tarde con el transcurrir de los tiempos, el verdadero propósito detrás de la existencia de estas criaturitas seria evidente.

Después de haber formado el infinito templo de la MADRE NATURALEZA, y de haberlo enaltecido y rellenado generosamente con toda su hermosura y su sabiduría, el CREADOR decidió entretenerse inocentemente en el paraíso terrenal, jugando con los pétalos de las flores, revoloteando como el pequeño pajarillo. Y así como juega el niño inocente, de la unión nítida y pura, entre su tierna luz, y los perfumes de los pétalos del vientre de la MADRE NATURALEZA, engendraron en su seno en una sola creación, a millones y billones de parejas, en forma de invisibles perfumes o esencias, como luces multicolores, como estrellas revoloteando, semejando el tierno pajarillo llamado kínder o colibrí, que solo absorbe el aire, el néctar, la  luz, la fuerza y el amor.

Y así como debe ser todo lo que proviene de las generosas manos de esa luz infinita, vuestro PADRE CREADOR les concedió a todos sus hijos, sus mismos derechos naturales y los de su ESPOSA, al formarlos como parejitas de luces o perfumes espirituales. Tal vez en este instante tiene sentido, aquella figura de la que tanto muchos hablan, pero que desconocen su más profundo sentido espiritual, la llamada alma gemela. Esta pareja rara vez se encuentra como la pareja ideal en el paraíso terrenal, porque el hombre desde hace una eternidad, cambio las reglas de juego que el CREADOR estableció en un principio. 

Para el ser humano que hoy no sabe ni dónde está parado, con mayor razón le queda imposible el poder comprender, los designios más altruistas que el PADRE CREADOR, tiene para las esencias de sus hijos, en aquellos niveles superiores  de armonía y de conciencia. 

Tan solo en este instante, existe el concepto de tiempo-hogar, porque vuestro PADRE CREADOR fue el primero que creó su hogar perfecto, nítido y puro, para en él amar, para en él extasiarse, para ser lúcido, nítido, donde reina el amor, la sabiduría, la alegría, la conciencia.  Aquel dulce hogar estaba conformado por el PADRE CREADOR como la cabeza del hogar, por su querida esposa y Madre espiritual de sus hijos, llamada la MADRE NATURALEZA, y por las esencias de sus millones y billones de hijos, todos unidos en uno solo, como una sola Ciencia, como pétalos de una misma flor.

El CREADOR extasiándose en su infinito amor y sabiduría por sus hijos, como siempre, como jugando, decidió brindarles vida corporal nítida y pura, para que disfruten de todas las riquezas espirituales y materiales depositadas en el paraíso terrenal; es así como sabiamente, del néctarluz de las flores,  comenzó a moldear muchas figuritas en forma de niños, a imagen y semejanza de su luz infinita y de la luz de la MADRE NATURALEZA, y los formó en distintas razas, en tantos colores como  matices de tierra existen en ELLA, y sonriéndoles con gran amor y dulzura les susurraba: poco a poco a todos les daré vida corporal, tendrán valor, tendrán mucha fuerza, sabiduría, voluntad, conciencia, la Luz que extiendo penetra en ti, la Luz que extiendo hablará por ti, la Luz que extiendo dará movimiento, la Luz que extiendo dará mucho entendimiento, para que puedan comprenderse los unos a los otros como hermanos, como hijos de un solo PADRE y de una sola MADRE, y con un soplo de su aliento, de manera intima y personal, vida les dio, depositando en cada templo, una partícula fragante y luminosa,  previamente  engendrada con el más puro y tierno amor; y prosiguió diciendo: darás mucho amor, darás mucha paz, y os entregarán vuestras esencias más nítidas, más refinadas, más iluminadas, y generosamente, os daremos más sabiduría infinita y pura.  Así, ésas figuritas de luz que tenían tanta sabiduría, se convirtieron en la primera generación de hijos encarnados del CREADOR y de la MADRE NATURALEZA, todas dueñas de la misma luz, la misma perfección, la misma belleza y el mismo amor en un solo perfume, que es vuestro PADRE.

Este es el momento preciso de recalcar, que no hemos sido creados del fango o del barro, porque nuestro real ser interior, que es nuestra esencia, es invisible como el perfume de las flores, y nuestro cuerpo, que es el verdadero templo que debemos respetar y cuidar, es temporal como los pétalos de la flor; pero que hoy ya no entendemos, el por qué vivimos enfangados y enfermizos, y por qué somos más pesados que la misma piedra del bosque.

Ahora es fácil comprender, que así como vuestro PADRE creó su ESPOSA para en ELLA extasiarse, así mismo, sin ningún egoísmo les entregó a todos sus hijos, el derecho natural de tener pareja, por eso desde el principio en parejitas nos formo, y este derecho se hizo extensivo de manera especial, cuando cuerpo les dio en la MADRE TIERRA, para que se multipliquen, y compartan con sus retoños  la alegría y la gran responsabilidad de ser padres.

Vuestro PADRE CREADOR inicialmente comenzó extendiendo innumerables parejas de hijos encarnados, por diversos rincones del seno de la MADRE TIERRA, llamados genéricamente, el hombre, y serian la semilla matriz y fecunda, para que generación tras generación, despierten conscientemente la respiración, la voz, la mirada, el respeto, la voluntad, y la adornen con su sagrada presencia. De esta manera, y a una escala más pequeña, pero no por eso menos importante, sus hijos varones serían los portadores de la semilla de la vida, y sus hijas hembras, serían vientre cálido, alimento tierno y amoroso, para el sustento de esa semilla, cualidades nítidas que heredaron de sus PADRES NATURALES.

Ahora vuestro PADRE dejaba en manos de sus primeros hijos encarnados y de sus retoños, la gran responsabilidad y el compromiso, de perpetuar la armoniosa voluntad del CREADOR en el vientre de la MADRE NATURALEZA, para seguir avivando con la llama de su eterno amor, una unión corporal nítida y pura, ejerciendo el sagrado derecho de multiplicarse como aves en los aires, como peces en los mares, como flores en los bosques, para que extiendan más y más semilla pura, tierna y sana. De este modo, los millones y billones de esencias engendradas en la MADRE NATURALEZA, desde el principio de la CREACIÓN, en algún momento también tendrían la oportunidad de encarnarse, y experimentar la alegría y la felicidad, de habitar en el paraíso terrenal, y entregarle su saludo, su alegría, su amor, su paz, su sabiduría; aprendiendo a reconocerla, respetarla y amarla como la ESPOSA DEL CREADOR y MADRE NATURAL de toda la armonía creada; dispuestos a descubrir y descifrar todos los maravillosos secretos, que el CREADOR entregó en la MADRE NATURALEZA, entendiendo y comprendiendo, para qué sirve la hoja, la raíz, la flor, el producto, qué secretos encierra la montaña, qué significan las aguas puras y cristalinas, etc., para que cada día fuesen más iluminados, más conscientes de su propia grandeza y de su real procedencia, como hijos de un PADRE y de una MADRE perfectos e infinitamente amorosos y sabios.

 En la medida que sus hijos se van perfeccionando espiritualmente, cada uno a su ritmo, en algún instante deberán adornar el firmamento, como estrellas y luces en los espacios de los distintos mundos, como hijos de la perfección y del amor infinito.

En los planes de vuestro PADRE CREADOR, está que todos sus hijos sencillos y humildes de espíritu, se vayan ganando el derecho de vivir solo como una luz intensa, en los distintos mundos espirituales de perfección.  Estos mundos los tendrán que ir conquistando poco a poco , siempre que se aprendan a amar sinceramente, siempre que se los merezcan, siendo luz, siendo paz, siendo perfume, siendo vida eterna; pero la MADRE TIERRA será el primer escalón, donde todos sus hijos sin ninguna excepción, comenzarán su nítida y lúcida existencia, y temporalmente sus esencias o espíritus, habitarán en un templo o cuerpo físico, que tendrá una muy larga, sana y fructífera vida, tiempo más que suficiente para cumplir sublimemente en una sola existencia, con el plan divino que se ha establecido en la MADRE TIERRA.  Y vuestro PADRE decía: mis pequeños y lúcidos hijos, deben ser como el árbol que mora en las grandes montañas, llamados Ceibas, que entregan su fruto y su perfume, que son nítidas sabidurías eternas de los siglos de los siglos, pero delante de Mi Esencia, es como si fuesen segundos de amor, segundos de tranquilidad, segundos de paz, segundos de regocijo y de vida eterna. 

De ahora en adelante  mis hijos son libres como el viento, para decidir si mi voluntad, que es solo armonía se multiplica en cada uno de ellos, por eso todos mis hijos han heredado todas mis cualidades y virtudes, para disfrutar de todas las maravillas y grandezas, que he extendido generosamente para todos en la MADRE TIERRA.

Todas aquellas luces inocentes que vuestro PADRE CREADOR formó con su infinito amor, recibieron una crianza natural y ejemplar, así como cualquier hijo de hoy, que es levantado por unos amorosos padres, que lo cubren con su amor, con buenos consejos, con buenas costumbres y unos nítidos preceptos morales. Así mismo fue vuestro PADRE CREADOR y su querida Esposa, cuando levantaron directamente a sus primeros hijos y les decían: a todos vuestros hijos les hemos entregado su pareja, ahora eleven su mirada hacia los mundos, contemplen los mundos que son luz, amor, vida y sabiduría, son libres para escoger, son libres como el aire, son libres como el perfume de mi querida esposa; contémplense y mírense que están en el mundo, están en el paraíso terrenal, y además no están solos, están rodeados de luz, de amor, de compañera, y ahora tienes que ser como el árbol que da su producto, para que tú y tus frutos tengan de que sostenerse. No mires hacia las aguas oscuras, contempla siempre las nítidas aguas de vuestra MADRE NATURALEZA.

En un instante aquellos inocentes hijos, comprendieron claramente la razón de su existencia, comprendiendo y valorando en justa medida toda su riqueza espiritual, que era un regalo de manos del CREADOR; por eso voluntaria y conscientemente, decidieron internarla en su esencia y hacerla de su propiedad, para que nunca se desvaneciera, y era como el mínimo deber por decirlo de alguna manera, o la mínima fuerza de voluntad que el CREADOR esperaba de todos.

Aquellos tiernos hijos, agradecidos con la vida, levantaban sus brazos hacia el CREADOR y daban gracias, gracias PADRE, muchas gracias por haberme regalado éstas flores tan hermosas que me sostienen, éstas flores que me brindan su cálido amor y su fragancia; esas flores eran sus hijos, eran el fruto más dulce y amoroso concebido con verdadero amor, en lo más profundo de su real ser; eran la semilla más tierna y lúcida, que se convertiría en armonía, paz y sabiduría para la MADRE NATURALEZA, y en el perfume más fino para vuestro PADRE CREADOR. No se cansaban de agradecer por el don de la multiplicación que se les compartió, porque un pequeño sol encarnado y solitario en el paraíso terrenal, donde está la esposa de vuestro PADRE, qué más podía hacer aparte de multiplicarse nítidamente, si todo lo demás lo tenía en abundancia y a su disposición, gozando de todo su fruto, de la luz infinita que es lo principal, del amor, la sabiduría, etc.

Y vuestro PADRE siguió diciendo, estás en mi querida y lúcida ESPOSA, donde todo te lo brindo, donde todo te lo entrego, todo es tuyo, si lo sabes amar, siempre que tus sentimientos sean nítidos, y todo lo trates con nitidez, siempre que todo lo sepas cultivar, porque si tú no lo sabes cultivar, entonces ay de ti; si cultivas vientos nítidos, vientos esclarecidos cosecharás, si cultivas peces, peces cosecharás y serás sostenido, pero si cultivas vientos, que todo lo exterminen y todo lo acaben, pobre de ti, porque vientos oscuros y arruinadores tendrás que cosechar.  Vuestro PADRE dijo, todo lo tenéis, todo es tuyo, todo consérvalo  siempre con conciencia, con amor y con ternura; cosecharás todo lo que mi querida  esposa te entregue, pero con ternura, con amor, porque con una fruta que tu estropees, cogiéndola antes de tiempo, antes que haya entregado todo su aroma, su perfume, o la cojas por gula, o por contemplarla mal, esa fruta tu tendrás que devolverla sana y nítida a la MADRE NATURALEZA, como debe ser, porque esa sabiduría es para tu sustento, para tu vida, ese es el amor, y siguió diciendo: si todo lo tratas fuerte, fuerte tendrás que devolverlo hacia ti mismo, porque lo que es tuyo, si lo desbaratas, lo exterminas y también lo pisoteas, tu tendrás que devolverlo nítido y puro, como siempre ha debido ser.

Los primeros hijos encarnados del CREADOR y la MADRE NATURALEZA, eran niños inocentes, gozaban de una gran pureza, conciencia, alegría, perfección a todo nivel, eran dueños de una gran sabiduría, eran sabios de por sí. En aquellos tiempos ya olvidados, todos los hijos del CREADOR comprendían y respetaban la MADRE NATURALEZA, caminaban sobre ella con paso tierno y amoroso; sus cuerpos o templos eran tan sutiles y livianos, como sus esencias, y podían elevarse como el pajarillo, y caminar sobre los aires, porque en los aires están los verdaderos cimientos de los mundos invisibles, que el PADRE CREADOR extendió sobre la MADRE NATURALEZA. 

Estos hermosos seres se contemplaban como pequeños luceros encarnados, que iluminaban los caminos con la luz de sus mismas esencias, para ellos no existía la oscuridad, todo era la luz. Sus sentidos de luz eran tan nítidos y refinados, que resplandecían como los grandes soles del firmamento, y se comunicaban de manera natural con sus demás hermanos, que ya habían partido hacia los mundos de las estrellas, porque así lo requería la voluntad infinita de vuestro PADRE CREADOR, cuando de manera natural entregaban su cuerpo a la Madre tierra, y este se desvanecía como una nube en el firmamento, entregándole toda su armonía. Su esencia ahora más consciente y  refinada, viajaba hacia los brazos del CREADOR, para seguir viviendo solo como una luz más intensa.  La profundidad de sus miradas alcanzaba a contemplar millones y millones de kilómetros, extasiándose de la magnificencia y todo el colorido de esa MADRE NATURAL, que los recibió cálidamente en su vientre, brindándoles con armonía su aire puro y sencillo, absorbiendo como el pequeño pajarillo, la dulzura de sus  frutos jugosos, la paz de sus aguas cristalinas,  el néctar de las flores, el néctar del cogollo de los árboles transformado en  armonía, que ahora servía de sustento para sus templos, sustento que poseía todo el amor, la luz, el condimento y el sazón de la ciencia de vuestro PADRE y de su querida ESPOSA.

En general, esta es la versión inspirada y desconocida del Génesis, al igual que algunas generalidades acerca del plan divino, que originalmente el CREADOR estableció para todos sus hijos en la MADRE TIERRA.  Y todo esto apenas seria el punto de partida, que nos llevaría a disfrutar eternamente de toda su magnificencia y sabiduría, extendida generosamente sobre la vasta MADRE NATURALEZA.

En este instante, más que justo es necesario comenzar aclarando ciertas ideas, en las que se profundizará en próximas publicaciones, porque resultan fundamentales para comprender con más certeza la vida espiritual, porque por su desconocimiento, el mundo vive de cabeza, porque a nivel espiritual, al hombre todo se le ha enseñado al revés. Entonces os diré:

Primero. Otra historia muy distinta a la que el mundo reconoce, es aquella que comienza con la caída del espíritu humano, cuando desafortunadamente por mala voluntad, por desobediencia y negligencia de unos pocos, la desarmonía espiritual comenzó a  posesionarse lentamente en el paraíso terrenal. Ahí es donde realmente vuestro PADRE CREADOR os dijo: rodarás y rodarás en mi querida esposa, la Naturaleza, pero vuestras esencias siempre serán las mismas, y te ganarás el pan de cada día con el sudor de tu frente... Irónicamente, son pocos los que hoy se preguntan a conciencia, el por qué realmente se sufre.

Segundo. Es imposible hablar de la Creación divina, y no hablar de la esencia del hijo primogénito del PADRE CREADOR y de la MADRE NATURALEZA, de ese nítido hermano que brilla con el furor de mil soles, y se ha convertido en el ejemplo a seguir, en ese maestro y hermano fiel que nunca falla, que siempre nos ha tendido la mano a todos, y solo por amor a la hermandad se ha entregado al mundo en varias ocasiones, conociendo de antemano que sus limpias y esclarecedoras palabras, siempre serán negadas, porque el ingrato mundo que nada quiere ver, oír y sentir, nunca las dejará pasar tal cual las esparció entre los más humildes, ocultando así la realidad espiritual, prefiriendo encantar la humanidad con un ilusionismo vano, solo con fines mercantilistas.

Efael, es el nombre del primer hijo varón encarnado en la Madre tierra, y Essai, es el nombre de su legítima compañera; fue el primer hombre en comprender en lo más profundo de su esencia, la voluntad infinita del PADRE CREADOR. Por este motivo, atendió con humildad y obediencia el plan que se estableció en la MADRE TIERRA, y fue el primer hijo encarnado, en ser merecedor de morar en los mundos celestiales, solo como una esencia divina, convirtiéndose en el primer ángel, y en la mano derecha del CREADOR. Recordemos que es aquí, en la Madre tierra, donde se inicia este complejo proceso de jerarquización espiritual, porque el CREADOR a todos nos formó por igual, sin ningún tipo de preferencia de unos sobre otros, y nos otorgó la misma fortaleza, brindándonos las mismas posibilidades para escalar espiritualmente, y con ello, todo el compromiso espiritual, y toda la responsabilidad inherente que conlleva.  Entonces atendiendo estas premisas, que son la voz de su conciencia, en varias ocasiones el espíritu purísimo y bienaventurado de su hijo primogénito, ha pedido regresar al seno de la MADRE TIERRA, a enseñar con humildad y sencillez, la verdad, el respeto, el servicio y el amor al prójimo, pero con ejemplo.

En el ocaso de las primeras generaciones, esa lúcida y sabia esencia, encarnó nuevamente como el gran Adán, pero ahora venía por primera vez como mensajero del CREADOR, a intentar restaurar la luz y el amor que se estaba comenzando a perder entre sus hermanos. En esa ocasión su compañera se llamó Eva. En otra de sus  existencias, fue conocido como el famoso hombre de la barca, llamado Noé, y en su tiempo advirtió de una gran inundación, que purificaría un poco la Madre tierra de tanta maldad, y de tanta sangre derramada sobre ELLA. Luego fue conocido como Moisés, más recordado por ser el libertador de un pueblo oprimido por la esclavitud.

Una de sus vidas más conocidas y que más recuerda la hermandad, es cuando encarnó como Jesús, pero tristemente, todas las veces que ha venido como mensajero del CREADOR, a ayudar a levantar a sus hermanos del fango del dolor, porque han sido sordos, ciegos, tercos, crueles y bárbaros, por el contrario, el ingrato mundo siempre lo ha recibido con el látigo de la humillación y del desprecio, y le han azotado, pisoteado y escupido su humanidad, algunas veces hasta llevarlo al sacrificio. Sus hermanos tercos que nada quieren reconocer, y nada quieren entender del CREADOR, menos de la Madre Naturaleza, siempre han negado con dolor sus perlas de sabiduría, porque solo por orgullo, nadie se puede dejar de nadie.

Entre los anhelos de Jesús, estaba el  erradicar definitivamente la cruz de la faz de la tierra, por toda la crueldad, el horror  y la muerte que significaban para sus semejantes. Pero contrario a este anhelo, y como una burla a su imagen, igualmente para escarmiento de muchos que lo atendían con amor, terminó sacrificado en una cruz como un vulgar delincuente, porque los poderosos lo veían como un revolucionario de la vida espiritual, y representaba un serio peligro para el futuro de los intereses del imperio. Con el transcurrir del tiempo, los reyes del ayer ó  dioses de la tierra, retomaron con más fuerza ese instrumento de tortura y muerte, convirtiéndolo en un símbolo santo y de salvación para el mundo; obviamente, ahora sí aprovechándose del carisma de Jesús. Irónicamente hasta el día de hoy, el inocente mundo ha seguido postrado delante de los sucesores de los verdaderos anticristos, personajes siniestros que se consideraban de sangre azul, y se autoproclamaron como los sumos pontífices o papas.

El glorioso nombre del sublime mensajero de la paz y del  amor, único digno de ser llamado maestro entre la MADRE TIERRA, aún retumba en las mentes de sus hermanos que todavía están encarnados, sin poder comprender su verdadera jerarquía celestial, porque con las malas enseñanzas mal acostumbraron al hombre, a ver al primogénito del CREADOR, como el mismo DIOS encarnado. A pesar de que todos somos hermanos con Jesús, hijos de un mismo CREADOR, las esencias de sus demás hermanos están tan marchitas, desamparadas y percudidas, que para todos es demasiado doloroso y hasta vergonzoso, comprender y reconocer lo atrasados que estamos en comparación con toda la perfección espiritual, que ha logrado cosechar un semejante nuestro.

En general, la humanidad en vez de evolucionar espiritualmente hacia los mundos de más luz y perfección, se ha estancado en la Madre tierra por su mal proceder, y desde hace mucho tiempo, vive como la hoja seca que el viento la lleva para allá y para acá, y siempre queda en el mismo sitio para abonar la tierra, porque solo vive atendiendo la fantasía espiritual que se le vende al mundo.

Parece que muchos hermanos en su ingenuidad, todavía creen, que en el reino de la luz, donde mora el CREADOR y todas sus jerarquías celestiales, que son amor, pureza y conciencia, existe un lugar reservado para que se posesione la inconsciencia y la desarmonía del espíritu humano, que aún está sordo, ciego, mudo y percudido, que solo espera ganarse un cupo en el cielo, convencido que todo es tan fácil, como que paguen justos por pecadores, pero eso jamás sucederá. Si el CREADOR permitiera tal atropello, sería convertir en realidad algún día, la cruel fábula de los ángeles caídos, creencia necia y absurda de los dioses terrenales, que no han querido entender, qué significa la armonía y la conciencia de un ser de espíritu puro y refinado, que habita en mundos de perfección espiritual, y por lo tanto, ni en pensamiento se atrevería a desafiar al CREADOR, porque tiene plena consciencia del lugar que ocupa como partícula divina, que hace parte de un TODO,  así como una gota de agua hace parte del inmenso mar.

Por todo esto y mucho más, la presente humanidad no ha podido ascender  tan siquiera un escalón a nivel espiritual, por el contrario muchos han dado un paso atrás, y temporalmente sus espíritus han reencarnado imperfectamente como temibles fieras, y como crueles animales rastreros de los bosques.

Ayer, hoy y siempre, la esencia de Jesús será el perfume más refinado delante del PADRE CREADOR, de la Madre Naturaleza y delante de sus demás hermanos, que aún viven tristes, desamparados, ignorantes de la luz infinita, enfermizos  y desterrados por su propia voluntad, de la presencia de su hogar natal.

La enseñanza que Jesús desea transmitir a todos sus hermanos que habitan en el plano terrenal, que por egoísmo solo buscan una salvación individual para su espíritu, y salir de éste mundo oscuro y triste, olvidándose del sufrimiento del prójimo, es precisamente aprender a amar y servir al prójimo, como si te amaras y te sirvieras a ti mismo. Solo de ésta manera, una vez alcances los méritos para vivir en los mundos invisibles, disfrutando conscientemente de la presencia de vuestro PADRE CREADOR, solamente en ese instante tu espíritu libre de ataduras, por fin comprenderá lo valioso que eres de regreso acá, entre la hermandad que aún está encarnada, que solo vive triste y adolorida, y la imperiosa necesidad de ayudar a extender un poco esa sabiduría divina o ciencia, que vuestro PADRE CREADOR ha puesto en tu cerebro y en tus labios. Sabiduría que es completamente desconocida entre la hermandad que está dormida, y de la cual el hermano mundo huye, al escuchar algunas palabritas, porque suenan perturbadoras ante la insensatez del hombre.

Todo el que acepta de buena voluntad ser mensajero del CREADOR, deberá estar dispuesto al desprecio, al insulto, al maltrato, al señalamiento, a la habladuría; pero vuestro PADRE siempre os dará el valor, la fuerza y la fortaleza para soportar todo con amor. He aquí la verdadera grandeza del espíritu de Jesús, que nadie ha querido comprender, porque solo ÉL ha soportado lo que nadie más ha querido soportar, porque tiene verdadero amor por el prójimo.

Para cualquier ángel, por más puro y elevado que este sea, le resulta difícil pretender seguir los pasos de Jesús, porque de los muchos que han intentado seguir su ejemplo, con el solo hecho de entrar en contacto con la perturbación espiritual que reina en la tierra, algunos desencarnan tempranamente de manera súbita; y otros, digamos los más afortunados, simplemente olvidan a qué han bajado de regreso a la Madre tierra, y unos cuantos terminan seducidos por la espiritualidad, y las filosofías vacías que reinan en el mundo. Todo este panorama es posible, porque aún para un ser de luz, es un verdadero horror, bajar a éste mundo oscuro e ignorante, que más bien parece un pantano oscuro, donde habitan muchas fieras y larvas dolorosas.

Tristemente, toda la riqueza espiritual de Jesús, fue sepultada y falseada por un par de ideas superficiales y absurdas, que solo desfiguran su propia humanidad, y desde cualquier punto de vista, van en contra de la naturaleza misma del hombre. Estas ideas son los dos pilares fundamentales, que vergonzosamente sostienen el mayor engaño espiritual de todos los tiempos. Al inocente mundo lo tienen contra la espada y la pared, porque si estos dogmas de mala fe no son aceptados ciegamente, ello es sinónimo de negar la verdadera riqueza espiritual de Jesús; de tal manera, que anteponen sus crueles y seductoras mentiras, por encima de todas las enseñanzas que Jesús entregó con tanto sacrificio, ejemplo y buena voluntad.

Sí hoy pudiésemos visualizar la verdadera razón, del por qué, el CREADOR nos dio el don de la vida, del por qué decidió crear la Madre Naturaleza como su compañera o esposa, tal vez entonces comprenderíamos claramente, que así como el PADRE CREADOR, es quien le da sentido y razón a nuestras vidas, así mismo nosotros en justa medida, también le damos sentido y razón a la suya. Por tanto, debemos reevaluar las enseñanzas que el mundo os da, cuando dicen que delante del CREADOR, somos seres pequeños y hasta insignificantes; recordando que por el contrario, somos lo más sagrado de su Creación, somos partículas eternas de su misma esencia, y nos brindó conciencia propia, voluntad, inteligencia y libertad.

Para terminar os diré: Más que necesario, es urgente compartir estas pequeñas gotas de sabiduría, que hacen parte de un mar infinito de conocimiento eterno y puro, guardado en el interior de cada uno, esperando ser descubierto, pero la gran mayoría de mis hermanos se niega atender y escuchar, tal vez por temor a descubrir una realidad espiritual, que va en contravía con sus propias convicciones.

Con este trabajo se deja constancia expresa, de lo que personalmente se considera que la humanidad debe conocer, y algún día aún lejano, otras generaciones puedan llegar a comprender y valorar.

Ofrezco mil y mil disculpas, si estas palabras han perturbado tu esencia, pero el único anhelo es mostrar un punto de vista espiritual, que difiere substancialmente al que reina entre la hermandad, para tal vez llegar a comprender, el por qué estamos viviendo en un mundo donde todo está completamente al revés.

 Quien tenga oídos, que oiga; quien tenga ojos, que vea; quien tenga voz, que sea para esclarecer el mundo, no para terminar de sepultarlo en la amargura y en la desesperanza.
Todos hemos venido a dejar huella imborrable en el seno de la MADRE NATURALEZA, no ha pasar sin pena ni gloria.

¡Que la Luz Infinita del Padre Creador nos acompañe, y el camino sea perfecto!

Con mucho cariño: Jeremy M.G.

V.072014




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